miércoles, 22 de febrero de 2012

Pensando y sintiendo

Esta costumbre mía de dejarme llevar por el corazón, de encariñarme rápido con la gente y de darme al ciento cincuenta por ciento a veces me hace pasar malos ratos. Y, muchas veces, mi cabecita me está avisando de que no es buena idea coger cariño a esa persona, pero, oye, que yo hasta que no me estampo de bruces con la realidad, no me lo creo...

Cuando era más joven no entendía por qué otros no actuaban ante determinadas situaciones en la forma en que yo misma creía que hubiera actuado y que no era otra que la forma en que yo, en esa situación, sentía que necesitaría que actuasen hacia mí. Con la edad, he llegado a entender que no todos somos iguales, que no todos queremos de la misma manera y que no todos lo demostramos igual, pero, aún así, a veces creo que doy más (mucho más) de lo que recibo... Y eso que también con la edad he aprendido a sujetarme un poquito y no darlo todo desde el minuto uno...

A veces, tras alguna pequeña decepción con alguien y el subsiguiente disgusto, pienso si no estaré siendo injusta en la vara de medir que utilizo con esa persona y me repito a mí misma aquello de que no todos queremos y demostramos nuestro cariño de la misma manera, pero... ¡leñe! ¡es que hay cosas que es tan obvio que pueden doler a la otra persona!... o ¿quizás ese daño es solamente obvio para mí porque tengo una sensibilidad mayor que la de otros?

No lo sé. En ocasiones me vuelvo loca tratando de saber si es que yo soy demasiado sensible o demasiado considerada hacia los demás o si son los demás los que son demasiado poco empáticos hacia mí. Y lo peor de esto son mis perpetuas ganas de "perdonar" a los demás, de no dar importancia a un gesto que me haya parecido feo, de no tenerlo en cuenta en la futura relación con esa persona. Y digo que eso es lo peor porque para otras personas esto es mucho más sencillo: "Me has decepcionado. Ya no confío en ti y para mí la confianza es esencial. Lo siento pero no doy segundas oportunidades"... Yo no es que de segundas oportunidades, es que, a veces, no sé dónde poner el límite...

Sinceramente, me gustaría tener algo menos de corazón y dejarme llevar más por la cabeza en según qué cosas porque ella me avisa, pero yo no le hago caso...

Y en estas me encuentro un poco desde ayer: PENSANDO si alguien que creo que no se ha portado conmigo como debería con respecto a algo merece una segunda oportunidad, PENSANDO si no estaré siendo algo injusta con esa persona, PENSANDO que quizás no la conozco ni me conoce aún lo suficiente, pero... Pero, por otro lado: SINTIENDO que era tan evidente que, si no cayó en la cuenta, es porque no le importaba demasiado; SINTIENDO que tengo razón en estar decepcionada y, aún a pesar de todo, SINTIENDO que querría hacérselo ver, perdonar y "volver a empezar" (porque la otra opción me duele), aunque PIENSO que realmente no lo merece...

6 comentarios:

Larisa dijo...

Tu excesiva sensibilidad te hace daño, Miranda. Intuyo que piensas demasiado y que probablemente también seas demasiado buena persona. Si es así, estás perdida.

Frivolizar. Siempre se ha criticado y censurado el verbo 'frivolizar'. Aplicado a zapatos y bolsos, es una solemne tontería. Sin embargo, cuando se trata de emociones que escuecen, puede llegar a ser una preciosa tabla de salvación.

Un día te sorprenderás riéndote de ti. Consiguiendo esa utopía (¿utopía?) de la que hablan algunos libros estúpidos, que es la abstracción. Y te verás a ti misma desde fuera, como una humana ajena a ti, como un personaje dulce y patético que sufre de modo estéril y regala el corazón a espuertas.

Espero que el día que lo logres, te acuerdes de que ya te lo adelanté y, en agradecimiento, me mandes dinero.

Todo es más divertido cuando no se tienen sentimientos, querida.

Un beso.

Daniela Haydee dijo...

Cada quien da a las cosas la importancia que cree que tiene y para tí todo tiene demasiada importancia por eso eres tan respetuosa con los sentimientos de los demás y procuras ser cautelosa en tus acciones, para evitar daños colaterales, aunque te los hayan producido antes.

O eres muy joven aún, o eres muy buena o una combinación de ambas cosas.
Lo primero se soluciona con el paso del tiemo; lo segundo, poniéndote un chubasquero y dejando que la lluvia resbale por él.
La vida curte, y aunque ahora te parezca poco problable poder tomarte las cosas "de otra manera", en unos años te sentirás cómoda en tu piel.

Haz de las palabras de Larisa (de todas ellas) tu máxima. Son verdades sensatas.

Ah, y sé generosa en tu donativo. Se lo ha ganado.

Un beso.

Miranda dijo...

Larisa, Daniela: Gracias por vuestras palabras a las dos. Tenéis mucha razón y, si con el tiempo se van sumando intereses, no sé si llegado el momento tendré bastante para pagar a Larisa ;)

No soy ninguna jovencita, no. Así que lo mío no es cuestión de tiempo, que ya paso de los 35... Lo mío sería tratar de ponerme ese chubasquero del que habla Daniela o aprender a abstraerme y frivolizar como dice Larisa, pero me cuesta horrores porque no es esa mi naturaleza, porque no es eso lo que me sale de dentro...

Estoy perdida, Larisa. Tienes razón...

¿Alguna idea para empezar a aprender esas cosas que me decís?

Larisa dijo...

¿Alguna idea? Bueno, sólo soy una humana que se está muriendo, también paso de los 30 y hace unos días me percaté de que había desperdiciado mi juventud con una historia podrida, pero por lo demás bien.

Intuyo que puedo traspasar la delgada línea que separa 'sugerir' de 'imponer'. No obstante, sugiero e impongo que te rindas al enormísimo poder de la religión que no tiene templos ni estatuas, y que al final, oh, sorpresa, acaba reconciliándote contigo misma y con tu esencia.

Piensa en eso. En cuál es tu esencia. Haz memoria. ¿Qué querías, con qué soñabas, cuando tenías once años?

Al final se gana y todo.

Besísimos.

Anónimo dijo...

Lo que leo, son los sentimientos de una persona buena. Sin olvidar cuidarse un poco, espero sigas brindándote como hasta ahora, o más si resultara posible. La felicidad no la proporciona lo recibido si no lo dado.
Besos & abrazos.
Te sigo

Miranda dijo...

Bienvenido, James

Gracias por tus palabras y considerarme "buena persona"... No sé si lo soy, pero al menos intento no hacer daño a los demás conscientemente. Y si lo hago inconscientemente, me duele también a mí y trato de mitigarlo si me es posible.

Últimamente ando de cabeza y sin tiempo para nada, pero hay alguna cosilla que me gustaría escribir aquí, así que, cuando encuentre el tiempo de escribirla bien, la colgaré.

De nuevo, bienvenido y gracias