domingo, 15 de enero de 2012

La máquina del tiempo: aquella tarde

Solamente Miranda, sí, pero no es poco. No es poco cargar conmigo misma, con el sentimiento de fracaso vital, de ser una carga, de saber que, probablemente, nunca obtendré la felicidad tal y como yo siempre la he concebido.

¿Falta de autoestima? Eso dicen algunos mientras otros me recuerdan lo especial que soy. Yo no creo que esto que siento sea falta de autoestima. Creo que es únicamente realismo: la certeza de mirar hacia delante y no ver nada mejor que lo que ya se ha ido y, aún así, no desear volver a lo ya vivido.

Pero, ¿y volver atrás en el tiempo? Sí. Si eso fuera posible, tengo muy claro el momento de mi vida al que me gustaría regresar y, sabiendo lo que sé ahora y aún a pesar del atrevimiento insólito que eso supondría para mí en aquel tiempo, el camino elegido en ese momento sería justamente el contrario al que en realidad escogí. Después vendrían más momentos vitales en los que mis decisiones serían otras, pero aquel sorprendente momento, aquel dulce y amargo momento marcaría mi vida de una forma muy diferente a como efectivamente lo hizo.

Es curioso que no he pensado en esto hasta hace no mucho. Hasta hace un par de años no fui consciente de cuán diferente habría sido mi vida si aquel día, si aquella tarde hubiera dicho sí en lugar de no. Y, siendo sincera, no lo he pensado antes porque tuve años de aparente felicidad que yo creía verdadera. Cuando la realidad empezó a asomar debajo de la capa de apariencia que la ocultaba, fue cuando empecé a ser consciente de mis malas decisiones y de las cosas que debían haber sido distintas. Entonces, una noche soñé con aquella tarde, con sus dos tristes protagonistas. Y lo supe.

Cuando desperté por la mañana, me invadieron la nostalgia y la certeza de una vida feliz en una dimensión paralela a la que ya nunca podría acceder. Me atenazó el mismo sentimiento de entonces. ¡Cuánto deseaba decir sí! Pero no podía ser. Yo tenía que actuar conforme a lo que se esperaba de mí, conforme a lo que siempre se esperó de mí. En general, no me arrepiento porque soy como soy y, en muchos aspectos, no me gustaría ser de otra forma. Pero aquella tarde sí, aquella tarde mi corazón quería decir sí, pero mi cerebro dijo no.

¿Conseguiré ser la persona, la mujer que quiero ser? ¿conseguiré la vida que siempre he deseado? No lo creo y poco a poco me voy haciendo a la idea.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El comienzo de un blog es siempre emocionante, bienvenida a este mundo!
Me has dejado intrigada y estoy deseando conocer tu historia.
Si me permites, por aquí me quedo :)

Un beso y suerte con el blog!

Miranda dijo...

Hola, Aliena! Bienvenida!

La verdad que no esperaba que nadie me leyera y, menos aún, tan pronto! Yo llevo leyéndote a ti algún tiempo, por intervalos, según el tiempo libre del que disponía, aunque creo que nunca he comentado... No estoy 100% segura.

Esto que he escrito es algo que lleva rondando mi cabeza un par de años y solamente lo he escrito a modo de desahogo. Ni siquiera sé cómo o qué seguiré escribiendo. Únicamente quiero que este sea un lugar para mí, un lugar en el que expresarme con total libertad. No tengo mucho tiempo ni para escribir ni para comentar otros blogs, pero ahora sé que tengo mi rinconcito para cuando me apetezca, sin más expectativas.

Un beso y gracias

Anónimo dijo...

Ve a Configuración-Comentarios-¿Mostrar verificación de la palabra para comentarios? seleccionar "no" y guardar configuración.

Tener un rinconcito para desahogarse y poner en orden ideas, pensamientos o emociones es muy positivo, ya verás. De paso, te encontrarás con gente a la que le interesa lo que escribes y te comenta y eso es probablemente lo más gratificante.
Un consejo: escribe cuando te apetezca, no te lo tomes como obligación.
El resto vendrá solo.. déjalo fluir ;)

Besos!

Miranda dijo...

Gracias, Aliena!

Después de un rato "toqueteando" aquí y allá, conseguí dar con ello.

Así es exactamente como me lo he propuesto. No me importa tener un millón de lectores o ninguno. Voy a escribir principalmente por mí, cuando lo necesite.

Un beso

Anónimo dijo...

De nada!
Esa es la actitud... mucha suerte, te seguiré ;)

Besos!

Perfida Canalla dijo...

Miranda coleguita!
Como va eso?!

Veo que has empezado por todo lo alto! Enhorabuena y Bienvenida!

Y en cuanto a "volver atrás en el tiempo", yo creo que es un mecanismo de autodefensa de todos cuando tenemos miedo a enfrentarnos a algo, cuando hay algo en nuestra vida que no nos gusta, o simplemente estamos un poco tristes...
No te dejes llevar por eso.
Yo creo que ningun tiempo pasado, ni decisión alternativa, va a arreglar el fututo.
Tampoco creo en esos universos alternativos,solo están en nuestra imaginación y si, a veces, incordian...
Pero sabes en lo que de verdad creo?...pues en que todo lo bueno está por venir...

Un besote coleguita

Miranda dijo...

Hola Pérfida,bienvenida

Lo sé. Sé que pensar en hipotéticos caminos alternativos a razón de decisiones tomadas en sentido contrario al que en realidad se tomó no tiene mucho sentido y es un poco patético. Una "autodefensa" en momentos malos, como tú dices.

Pero, en mi caso, es algo que llevo pensando ya mucho tiempo, después de haber superado lo peor de la mala racha y de haber asentado mi nueva situación. Lo he pensado con calma, sopesando todos los factores(pasados y actuales). Y sí, creo que mi vida hubiera sido completamente distinta si dos de las decisiones que tomé hace años hubieran sido otras. No sé si para mejor o para peor (aunque mi instinto me dice que para peor casi seguro que no), pero sí muy distinta.

En cualquier caso, también hay que admitir que de todo se saca y se aprende algo. Por tanto, yo de lo que me ha tocado vivir he aprendido mucho, lo que no está nada mal.

Además, si te fijas, yo hablo de regresar a ese momento sabiendo lo que sé ahora... Y eso es sería imposible (más aún de lo imposible que es la absurda idea de la máquina del tiempo).

Es un simple pensamiento, un desahogo, un escribir lo que te ronda en la cabeza... Dicen que es terapéutico...